La hipertensión, también conocida como tensión arterial alta, es una enfermedad crónica relacionada con el corazón y el sistema circulatorio. Muchas personas saben que tener la tensión arterial alta no es bueno para la salud, pero quizá no entiendan por qué o cómo saber si la padecen o si corren el riesgo de desarrollarla.
¿Qué es la hipertensión?
La hipertensión o tensión arterial alta se presenta cuando la fuerza de la sangre que fluye por los vasos sanguíneos del cuerpo es demasiado alta. La tensión arterial sube y baja de forma natural a lo largo del día en función de muchos factores, como la actividad física, el estrés, los niveles de líquidos y los medicamentos que se estén tomando. Sin embargo, si la tensión arterial es demasiado alta de forma consistente, se habla de hipertensión.
La hipertensión ejerce presión sobre muchos sistemas del organismo, como el corazón, los riñones y la vista, lo que puede provocar coágulos sanguíneos, insuficiencia cardiaca y renal, pérdida de visión y disfunción sexual. Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), “casi la mitad de los adultos estadounidenses padecen hipertensión”.
¿Por qué se llama a la hipertensión “el asesino silencioso”?
Aunque la hipertensión es una enfermedad bastante común, muchas personas no saben que la padecen. A menudo, los primeros signos de hipertensión pueden ignorarse o confundirse con otra cosa, o simplemente no presentar ningún síntoma. Por lo tanto, algunas personas pueden experimentar niveles de presión arterial peligrosamente altos durante un largo periodo de tiempo, lo que puede dañar órganos vitales como el corazón y los riñones, e incluso provocar incidentes fatales como un infarto o un accidente cerebrovascular. La hipertensión suele desarrollarse lentamente, con el paso del tiempo, lo que contribuye a que los síntomas pasen desapercibidos. Por estas razones ha sido apodada el “Asesino Silencioso”.
¿Qué se puede hacer para prevenirla?
Hay tres cosas claves que pueden ayudar a prevenir la hipertensión y evitar sufrir complicaciones.
- Mantener un estilo de vida saludable. Mantenerse físicamente activo realizando 150 minutos de actividad física moderada a la semana junto con mantener un peso saludable y llevar una dieta equilibrada y baja en sodio puede reducir los riesgos de desarrollar hipertensión. Evitar ciertos alimentos ultra procesados, seleccionar alimentos con proteínas con poca grasa en lugar de carnes rojas y aumentar la ingesta de frutas y verduras frescas son excelentes formas de empezar a adoptar hábitos alimenticios cardiosaludables.
- Hágase revisiones periódicas. Es importante que su médico le tome la presión arterial al menos una vez al año. También puede tomarse la presión usted mismo. Haga clic aquí para ver un vídeo sobre cómo evaluar correctamente su presión arterial desde su casa. ¡Revise esta tabla para saber qué significan los números!
- Conozca los signos y síntomas más comunes. La hipertensión puede ser una enfermedad asintomática. Por lo tanto, es importante buscar atención médica para la presión arterial elevada, incluso si no tiene síntomas. Además, hable con su médico si nota dolores de cabeza, mareos, hemorragias nasales, cambios en la visión o enrojecimiento facial.
¿Cómo es tratado?
Es posible que la hipertensión no desaparezca por completo ni se “cure”, pero con la ayuda de un profesional médico, puede controlarse para evitar complicaciones como la insuficiencia cardíaca o renal. El tratamiento de la hipertensión suele incluir modificaciones del estilo de vida, como pérdida de peso (si es necesario), ejercicio y cambios en la dieta. Se suele recomendar realizar 150 minutos de actividad física a la semana, que pueden dividirse en función del horario y el estilo de vida de cada persona. También se ha demostrado que reducir el consumo de sal o sodio ayuda a controlar mejor la presión arterial. Haga clic aquí para obtener más consejos sobre cómo cocinar comida cardiosaludable o aquí para obtener información sobre la dieta Mediterránea.
Además, el profesional médico puede recetar medicamentos para reducir la presión arterial. Estos medicamentos actúan de diversas maneras, como relajando los vasos sanguíneos y reduciendo los niveles de sodio y líquidos en la sangre. También puede ser necesario recetar medicamentos como anticoagulantes y estatinas para ayudar a controlar el colesterol y reducir el riesgo de coágulos sanguíneos.
Tanto si usted como un ser querido buscan controlar mejor la hipertensión, como si está interesado en llevar un “estilo de vida cardiosaludable” para prevenir la presión arterial alta… ¡puede empezar hoy mismo programando una cita con su profesional médico para hablar de sus niveles de presión arterial o incluso probando alguno de los consejos de alimentación saludable mencionados anteriormente!