Para nadie es un secreto que nuestro estilo de vida acelerado es en gran parte el culpable de nuestros malos hábitos y alimentación inadecuada. A menudo incurrimos en las altas ingestas de grasas, alcohol, y vida sedentaria, lo que puede desencadenar el colesterol alto, entre otras enfermedades que aquejan nuestro corazón.

 

Está científicamente comprobado que una alimentación saludable es una herramienta eficaz de protección contra las enfermedades del corazón. Ahora bien, ¿sabía que la dieta mediterránea puede ser usada como medicina para la salud del corazón?

 

Esta dieta ayuda a prevenir que la enfermedad cardiovascular y los médicos la toman de referencia para educar a sus pacientes de alto riesgo. La dieta mediterránea consiste en tener un consumo variado de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, carne magra, y evitando en lo posible las azúcares y grasas trans.

 

Al hacer una combinación entre la dieta mediterránea y limitando el exceso de calorías, nos brinda una oportunidad para utilizar la comida como medicina de prevención contra las enfermedades del corazón.

 

La dieta mediterránea combinada con aceites saludables puede dar mejores resultados

Un estudio con más de 7 mil personas investigó la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva extra virgen y nueces. Este estudio fue conducido a lo largo de 5 años y sus participantes fueron distribuidos en grupos que tenían esta dieta con nueces, esta dieta con aceite de oliva extra virgen, o solo una dieta baja en grasa. Al final, este estudio encontró que una dieta mediterránea con aceite de oliva o nueces puede reducir el riesgo combinado de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte por enfermedad cardíaca.

 

Sin duda, al agregar aceite de oliva extra virgen o nueces (dos alimentos altos en omega 3) puede que de mejores resultados junto con la dieta mediterránea envés de solo enfocarnos en bajar el consumo de grasa total de la comida.

 

Consejos para empezar la dieta mediterránea

Hay unos puntos a seguir para exitosamente hacer la dieta mediterránea:

 

Comer más: verduras, frutas, frutos secos, semillas, legumbres, batatas, cereales integrales, panes, hierbas, especias, pescado azul como salmón o sardina, y aceite de oliva virgen extra.

 

Comer con moderación: aves, huevos, queso y yogur.

 

Comer solo en raras ocasiones: carnes rojas, bebidas endulzadas con azúcar, carne procesada, como mortadela o tocino, granos refinados, aceites refinados y otros alimentos altamente procesados.