En las Amazonas Bolivariana residen unos indígenas llamados los Tsimané. Este grupo de personas viven aislados y con pocos recursos sanitarios. Aun así, viven un promedio de 70 años y sus tasas de enfermedades cardíacas son mucho más bajas que en las naciones industrializadas.

 

Un estudio, publicado en el 2017, mostró que los Tsimané tiene la prevalencia más baja de aterosclerosis coronaria que cualquier población conocida por la ciencia y que tienen pocos factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Mientras que, en países industrializados como Estados Unidos, un estadounidense muere cada 36 segundos a causa de una enfermedad cardiovascular, según el CDC.

 

En el 2021, un nuevo estudio continúo buscando las respuestas acerca de los Tsimané y su reducido numero de personas con enfermedad del corazón. Los investigadores inscribieron a 746 adultos de esta población indígena, entre 40 a 94 años para calcular el tamaño de su cerebro, usando tomografía computarizada (CT), y luego examinar su asociación con la edad. Los científicos encontraron que la diferencia en el tamaño del cerebro entre los Tsimané de mediana edad y la vejez es un 70% menor que en las poblaciones occidentales. Esto puede indicar que los Tsimané tienen un cerebro con mas habilidades y mayor claridad mental comparado con una persona de la misma edad que vive en un país industrializado.

 

¿Qué hace diferente a los Tsimané y las personas que viven en naciones industrializadas?

En las naciones industrializadas se lleva una vida acelerada, sedentaria y una dieta mas procesada. Aunque las personas en las naciones industrializadas tienen acceso a la atención médica moderna, son más sedentarias y consumen una dieta alta en grasas saturadas. En contraste, los Tsimané tienen poco o ningún acceso a atención médica, pero son extremadamente activos físicamente y consumen una dieta alta en fibra que incluye verduras, pescado y carne magra.

 

El estilo de vida sedentario y una dieta rica en azúcares y grasas pueden estar acelerando la pérdida del tejido cerebral con la edad, y así haciendo que el mundo occidental sea más vulnerable a enfermedades del corazón.

 

¿Cual es la dieta de los Tsimane?

Esta comunidad indígena Bolivariana definitivamente no siguen la dieta paleo, no siguen la Atkins, ni la cetogénica. Un estudio que investigo la dieta de los Tsimané mostró que esta comunidad consume alrededor de 152 tipos diferentes de alimentos, pero que la mayor parte de sus calorías proviene de plátanos, arroz, la raíz de mandioca y el maíz, que se cultivan en pequeños huertos. Estos se complementan con algo de caza silvestre, como el pescado, y el ocasional trago de una bebida parecida a la cerveza que se elabora con la fermentación de la raíz de mandioca. Su dieta se compone en un 64 por ciento de carbohidratos complejos, un 21 por ciento de proteínas y un 15 por ciento de grasas.

 

Los Tsimané también hacen más ejercicios que la mayoría de las personas en el occidente. Este mismo estudio encontró que caminan al rededor de 17,000 mil pasos al día, mientras que el promedio de pasos de un Americano es de 5,117 pasos. Sin embargo, no todas las calorías que consumen pueda que sean quemadas por solo ejercitarse. Los Tsimané a menudo padecen ciertos tipos de infecciones o parásitos, como gusanos, que surgen de vivir en ciertas áreas rurales y aisladas. Pueda que su ingesta diaria de energía en realidad es utilizada por su sistema inmunológico para luchar contra estos peligrosos invasores.

 

Podemos deducir que el riesgo de enfermedad cardíaca está determinado en gran parte por lo que hacemos, no por quienes somos. En países industrializados se puede reducir en gran parte el riesgo de desarrollar un ataque cardíaco si hacemos actividad física regularmente, si seguimos una dieta rica en vegetales y baja en alimentos procesados, nos mantenemos en un peso saludable y no fumamos.